Oyen mi voz…

3 10 2012

 Tengo una perrita de 3 años, Samba es su nombre. Es como si fuera una hijita,  donde quiera que yo vaya, ella va detrás de mi, me sigue a todas partes. Cuando está jugando afuera y quiero que regrese, solo basta con silbar o llamarla por su nombre y ella (por lo general) regresa a casa. Ella puede reconocer mi voz y la obedece.

En eso reflexioné hoy que tuvimos la oportunidad de participar del día Mundial de Oración de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Tuvimos un tiempo excelente, estudiantes y profesionales reunidos viajando por varios países a través de la oración.

El versículo clave fue Juan 10:27 «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, Y tuvimos la oportunidad de pasar un tiempo meditando en ese pasaje, por medio de una práctica de guardar silencio y estar atentos a escuchar la voz de Dios.

El guardar silencio y solo meditar en Su Palabra, no fue tan fácil para mi… tantas distracciones venían a mi mente. Pero al hacerlo, Dios me mostró que Él quiere que pase más tiempo con Él y así como Samba ha aprendido a reconocer mi voz.. yo pueda aprender a reconocer la voz de Dios y saber como seguirle.